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¿Qué hago si ya no me gusta mi vestido de novia?

¿Qué hago si ya no me gusta mi vestido de novia?
¿Qué hago si ya no me gusta mi vestido de novia? Fotografía de Chiên Pham, Unsplash.

¿Qué pasaría si ya escogiste tu vestido de novia y cuando vas a la prueba final lo odias? Lo primero es calmarte y ya luego te damos algunas alternativas para llegar al altar como una diosa.

Visitaste miles de tienda, hiciste tu labor de búsqueda, hiciste carpetas con los diseñadores y estilos que te gustan, además cuidaste minuciosamente quién te iba acompañar a tu prueba. Sin embargo, ahora que lo has vuelto a ver… lo odias. ¿Qué hago si ya no me gusta mi vestido de novia?

La exhaustiva búsqueda de uno de los vestidos más importantes de tu vida, llevó meses y tanto trabajo de por medio que te da un poquito de pena admitir que la verdad no te gusta tanto. Muchas personas solo te dirán que te relajes (en parte tienen razón, una novia estresada es su propia enemiga), pero es algo más… Ya meditaste, lo pensaste un millón de veces y sigue sin convencerte, bueno pues es momento de solucionarlo. 

No, no es tu imaginación. No, no te estas volviendo loca. Sí, sí se puede hacer algo al respecto. Es más común de lo que piensas. Según una encuesta publicada por la firma de joyería Vashi Domínguez, hasta el 82 por ciento de las novias cambiaría algo de su boda, y un 32 por ciento, se arrepiente de su vestido de novia.

Tal vez sea estrés

Muchas veces basamos nuestras decisiones en las emociones. Esto trae consecuencias positivas o negativas, dependiendo del caso. Cuando te probaste por primera vez tu vestido y te sentiste como una verdadera novia, fue maravilloso. No obstante, si lo escogiste por la presión de tus acompañantes o porque te quedaba poco tiempo antes de la boda, la sensación es diferente. Evalúa cuál es tu caso y si de verdad es por el vestido o hay algo más allí.

Piénsalo dos veces

Que no cunda el pánico. El segundo paso va muy relacionado al anterior:  reconsiderarlo. Sí, así de sencillo. Revisa las fotos que te tomaste en tus pruebas si es que aún no lo tienes en tus manos. En el caso contrario, busca hacer una prueba con el maquillaje, peinado y accesorios que usarás en el gran día. Si aún lo detestas, es hora de pensar en las opciones.

No te lamentes

Luego de decidir que simplemente lo odias, no te lamentes. Seguro recordarás la frase favorita de tu mamá o tu abuela “si hubieras…” bueno, no pasó. No te arrepientas de lo que hubieras hecho diferente, en ese momento pensaste era el indicado y no hay marcha atrás. No vale la pena martirizarte.

Modificaciones

Cuando aún estas a tiempo, las modificaciones al atuendo puede salvarte el día. Claro, existe el inconveniente de que te cobren extra por el servicio. Expresa tus dudas a tu costurera o al taller donde lo adquiriste y ve cómo se puede modificar para que termines perdidamente enamorada de él. Algunas de los cambios que puedes hacer a última hora son agregar tirantes, mangas, añadir textura como encaje o pedrería.

Otro vestido

Hay una tendencia que a las famosas les fascina: llevar más de un vestido de novia el día de su boda. Al tenerlo, te puedes relajar y hasta escoger otro de distinto color, estilo, diseño, al fin, que sea a tu gusto. También, con una opción distinta será como si hubieras tenido dos o más bodas, claro, con el mismo novio.

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Uno nuevo

Por supuesto, esta es la solución más extrema. Lo puedes regresar, dependerá de la política de devoluciones de la tienda donde lo compraste. También revenderlo antes o después de la boda, para recuperar parte de lo que invertiste en él. Solo ten en cuenta que el presupuesto se va a afectar y eso es algo inevitable.

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autor Creyente del amor verdadero y la magia de encontrarlo. Cursi y geek de clóset. Amante del cine, las series y las sagas. Siempre digo que al cambiar tu cabello, cambiará tu vida.