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4 razones de por qué presionar a tu novio para casarse no es correcto

19-04-2018, 12:02:53 PM Por:
Razones para no presionar a tu novia a casarse.
Razones para no presionar a tu novia a casarse.

Aunque sea de "juego".

Presionar a tu novio para casarse no es una de las mejores formas de llegar al altar. Seguramente tras un par de años en tu relación, te ha pasado por la mente que tener una boda de ensueño es el siguiente paso. Imaginar el futuro y tener aspiraciones no tiene nada de malo. El problema comienza cuando la ansiedad se apodera de tu vida y se lo transmites a tu novio. Además, dormir y amanecer con el mismo pensamiento una y otra vez, así como con el temor de que no suceda, no es sano.

Tal vez para ti sea obvio que estás lista, incluso haz ensayado la respuesta frente al espejo. Sin embargo, tienes que diferenciar entre estar enamorada de la idea de casarte o de tu novio. Tanto, que olvidas que él también tiene que estar de acuerdo para unir su vida en matrimonio contigo. Debemos aterrizar nuestras emociones. Por ello, te decimos por qué presionar a tu novio para casarse no es una opción.

1. ¿Matrimonio de una persona?

A veces pasa que nos convencemos de que ya está en los planes de nuestro chico pedirnos matrimonio. Incluso, llegamos a pensar que nos da señales claras y que ha guardado el anillo buscando el momento ideal. Sin embargo, a él no le ha pasado la idea por la mente. Entonces, nos la vivimos mandándole señales muy incómodas y lo único que estamos causando es espantarlo. A un hombre, esta clase de compromisos le salen del alma. Así que tranquila, déjate sorprender. Recuerda que el matrimonio se basa en el compromiso de dos, no de uno, y este no se da bajo presión.

2. Quieres ser LA indicada

¿Por qué tendrías que convencer a tu novio todos los días de que tú eres la correcta? Eso solo puede saberlo él con plena seguridad. Y al mismo tiempo, es algo que no puede esconderse. Cuando una persona te ama se nota claramente y es difícil no percibir sus intenciones. Debes mantenerte tranquila, a veces la mejor manera de demostrar los sentimientos es con acciones no con palabras. No te muestres desesperada, pues ello habla de una gran inseguridad y una codependencia que cualquier hombre podría interpretar como inmadurez e inestabilidad. Haz el efecto reflejo “si tú estás lista, él estará listo”.

3. Presión social

La mayoría de tus amigas ya están comprometidas, casadas y otras con hijos. Tú solo ves pasar las bodas y tu novio no da señales de querer formalizar. Lo siguiente: ¿y nosotros cuándo? Y todo se vuelve peor si tus amigas te preguntan y preguntan sobre ellos. ¿Recuerdas cuando te preguntaban tus tías ‘y para cuándo el novio’? Esa misma sensación de incomodidad recorre la mente de él cuando intentas forzar las cosas. Cada cabeza es un mundo, con sus reglas y tiempos. Nadie está siguiendo un manual. Al final, el punto a favor es que podrás tomar nota de las bodas de tus amigas.

4. Quieres que sea perfecto

Vamos, todas deseamos que sea así, pero no puedes exigirle nada a nadie. Además, lo principal es la intención, ¿no? Lo mejor es dejar fluir y no tener ninguna expectativa de ese momento. Las redes sociales son una herramienta poderosa, pero cuando te la pasas compartiendo a tu novio notas, imágenes, videos y guías sobre compromiso, no lo estas dejando hacer algo auténtico para ti. No existe nada más hermoso como que se esmere en que todo sea afín a tu personalidad y a la de él. Te darás cuenta de que es mucho mejor una propuesta de matrimonio hecha especialmente para ti que una prefabricada. Así que no tengas un estereotipo es tu mente y deja que él haga lo mejor para ustedes.

En tanto asumas que no es algo que tenga que pasar por cumplir con un siguiente paso, empezarás a soltar tanta tensión y a disfrutar tu relación. Tal vez llegará el momento en que juntos suban un peldaño más en su relación, pero mientras eso sucede enfócate en disfrutar de tu chico y de lo que está pasando en este momento. Libérate, disfruta y déjate sorprender.

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autor Mujer emprendedora, valiosa, amorosa de sangre mexicana, periodista y comunicologa por vocación, wedding planner en Mérida y amante del café.