Acapulco siempre será una buena idea: escapada de lujo para dos

En tiempos como estos, donde no podemos hacer turismo libremente como antes, es primordial seleccionar el destino a visitar. Acapulco, que está tan cerca de la Ciudad de México y bien conectado con el resto del país, tiene una nueva cara que no se parece en nada a la bulliciosa que habita en nuestra mente de cuando éramos pequeños. Hoteles de lujo y departamentos exquisitos acogen a los turistas que quieren tomarse un respiro responsable, cumpliendo con todas las medidas de seguridad que la actualidad demanda. Hoy te quiero hablar de una escapada de lujo para dos. ¿El protagonista? El hotel Banyan Tree Cabo Marqués. 

Mi recorrido inició temprano. Volé desde la ciudad de México y bastó menos de una hora para aterrizar en Acapulco. Del aeropuerto al hotel no pasaron más de 20 minutos y, de pronto, ya estaba en el paraíso. El lobby es de los más lindos que jamás haya visto. Es dueño de una vista tan absoluta al mar, que parece abrazarte y susurrarte al oido algo así como: ¨ya, ya llegaste, respira, todo estará bien”.

Los anfitriones de este #SAFESANCTUARY nos recibieron con una sonrisa franca dibujada en sus ojos. Todos los empleados siguen las medidas de protección necesarias para cuidar a los huéspedes y a ellos mismos. No obstante, son expertos en mostrar amor con la mirada: de inmediato me sentí cobijada. Disfruté mi coctel de bienvenida con jengibre y me fui a la habitación (¿dije habitación?, ¡quise decir mansión!).

Me encantaría presumirles que me dieron la más linda de todo el hotel pero siendo sincera, todas son espectaculares. Cada villa tiene una entrada principal que te adentra en un sueño. Espacios al aire libre, una alberca privada, hamacas, tumbonas y claro está, el cuarto con todas las comodidades imaginadas. En ese paraíso para dos, la privacidad reina en absoluto.

La primera noche tuvimos una cena exquisita a la orilla del mar, en el punto más bajo de la propiedad, donde se escuchan las olas tan cercanas como si te pertenecieran. Ese spot es muy socorrido por los novios que le quieren hacer la gran pregunta al amor de su vida.

La alberca principal del hotel es un deleite para los sentidos. Bautizada como Reflections, es una infinity con las mejores vistas de Acapulco. Pidan unos snaks y disfruten del verdor que la rodea. ¡Y tomen muchas fotos! Ese azul inmenso que la corona mientras ella se regodea desde su risco, es una combinación que bien vale la pena.

La joya de la corona

Tomar un masaje en el Banyan Tree Cabo Marqués es punto y aparte. Las terapeutas, en su mayoría tailandesas, se preparan en un centro especializado de la cadena y luego viajan por el mundo para brindar sus servicios. Las cabinas son amplísimas y localizadas estratégicamente para que lo único que escuches, además de tu respiración, sea a la naturaleza.

Para el deleite del paladar

Reserva una mesa para dos en el restaurante Saffron. Se trata del restaurante insignia de Banyan Tree. Sirve cocina tailandesa contemporánea. Es el mejor punto del hotel para disfrutar el atardecer -pasen antes a la alberca Reflections por un coctel- y comer un banquete digno de reyes. Un tip: este restaurante tiene una cava privada para 12 personas. Si quieres hace una cena el día antes de tu boda con los más allegados, este es el lugar.

Y hablando de bodas…

¿Cómo quieren que sea su día? Solo díganlo y el equipo experto del hotel se encargará de hacer tus sueños realidad. No existe el NO. Justo como lo planeaste, así será.

No hace falta una ocasión especial para celebrar la vida , aunque en realidad este hotel se antoja como el lugar perfecto para una escapada romántica, una propuesta de matrimonio, dar el sí o vivir una inolvidable luna de miel. Por algo es el lugar favorito de tantos famosos… sí, es probable que te encuentres con alguno.

Plan familiar

El Banyan Tree Cabo Marqués cuenta con algunas villas de hasta 5 cuartos. Es como un pequeño hotel para ti y para los tuyos. Si quieres ir en familia o con tus amigos, esto te interesará.

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Sandra Notario Directora editorial de Nupcias. Con la fortuna de tener dos patrias (Cuba y México) me declaro una fiel amante de la sinceridad, la vida, el mar, los seres humanos transparentes y los canes. La magia de las bodas y el amor son mi mayor motivo para crear, cada día, historias inspiradoras.