La nueva normalidad y todo lo que vamos a extrañar

Cómo han cambiado los tiempos a causa del Covid-19. Tal parece que nos metieron en una máquina y nos dieron forward. Algunas prácticas que veíamos lejanas ya están en funcionamiento y hay muchas otras que nos sorprenderán a lo largo de las siguiente semanas. Ya nada será como era antes: algunas cosas para bien y otras para mal, pero habrá enormes diferencias en el ser y en el actuar. La nueva normalidad y todo lo que vamos a extrañar es un tema que nos invita a reflexionar.

Los afectos

Los latinos, en especial, somos abrazadores y besucones. Nos encanta demostrar el cariño en mayúsculas. Los reencuentros retumban a todo nuestro alrededor y cuando llega la familia o nos encontramos a algún ser querido de manera inesperada, las muestras físicas y verbales no se hacen esperar. ¿O deberíamos hablar de esto en pasado por la nueva normalidad?

No es que nos volvamos fríos, pero estamos seguros que a partir de ahora abrazar y besar se quedará solamente en los ambientes más íntimos.

La forma de socializar

Un café o una comida eran el pretexto. Vernos de cerca, mirarnos y tocarnos era la verdadera razón. Convivir extramuros con los compañeros de trabajo y hablar de otras cosas. Reencontrarse con las amistades ya no tan cercanas físicamente, pero sí en el corazón.

Los restaurantes que estar por abrir practicarán tantas políticas de sana distancia que, visitarlos, podría ser más un experimento que un verdadero reencuentro.

Pensamos que, a partir de ahora y hasta que el miedo pase, las reuniones serán más caseras y menos comerciales. Un grupo íntimo de amigos, en el hogar, que no solo te haga sentir bien, sino seguro.

Salir de compras

Aunque en Francia ya han reabierto varias tiendas y las colas son asombrosas, todo parece indicar que ahora, para comprar, será necesario hacer una reservación y tener muy claro lo que se desea. Tendremos tan solo 30 minutos al interior del inmueble y habrá que visitarlo sin compañía.

¿Y la compra como apapacho y/o terapia dónde quedará? Esas escapadas para comprar algo lindo ¨porque me lo merezco¨ ya no serán igual. Además, la ola de despidos y la incertidumbre económica nos harán más selectivos a la hora de sacar la tarjeta.

Las compras por internet se están llevando las palmas, ya sea para hacer el súper, comprar un electrodoméstico o hasta encontrar el vestido de novia de tus sueños.

Viajar

Sabíamos que los aviones eran un caldo de cultivo para ciertas enfermedades pero, ¿acaso eso nos detenía? Entre el festival de oferta/demanda y la competencia aérea, comprar un boleto para ¨escaparse¨ un fin de semana o conocer ese destino que vivía en nuestros sueños era una práctica común.

Ahora, cuando todo pase y veamos qué aerolíneas sobreviven a la hecatombe, los vuelos podrían ser mucho más caros. ¡Y qué terror contagiarse! Estamos a la espera de que tomen en cuenta nuevas medidas de aislamiento, mientras salen modelos de ropa especiales para cruzar los mares desde el aire.

Tu casa, tu oficina

Muchos solíamos quejarnos del tráfico, los baños de la oficina y la falta de comida saludable a sus alrededores, pero a decir verdad, para muchos esta era como un segundo hogar. Para empezar, te hacía levantarte a una hora, bañarte, arreglarte y practicar el preciado arte de la tolerancia.

Esa sensación de salir y apagar la luz al terminar la jornada laboral, era como desconectar un cable que abría las puertas a la vida privada más allá del trabajo y también, al descanso.

Ahora, empresas de todos los tamaños han decidido decir adiós a las rentas altas porque se han dado cuenta que sí trabajamos a distancia e incluso, de manera más eficiente. Para muchos, casa y oficina compartirán espacio y tendremos que aprender a vivir con eso. Han hecho pijamas para las reuniones virtuales y más de uno está (estamos, más bien) pensando dónde encontrar un escritorio con las tres B.

Consumir por placer

En estos nuevos tiempos, que al parecer llegaron para quedarse más allá de la pandemia, hemos revalorado algunas cosas. ¿Cómo es posible que un pan de plátano recién horneado nos provoque más placer que un par de zapatos nuevos?

Las prioridades han cambiado y, sin afán de caer en la austeridad, tenemos en el clóset y en los estantes más de lo que tenemos tiempo para usar.

Las amistades

La costumbre de ver a ciertas personas nos hacían más cercanos. Dicen que con el roce, nace el cariño. Ahora toca ver los afectos que sí perduran a pesar del confinamiento. Son esos que te llaman solo para saber cómo estás, aunque ya no tengan una relación laboral contigo. Otros, se irán de tu vida como ave de paso sin pena ni gloria. Selección natural, le llaman…

Los gimnasios y centros deportivos

En Asia ya están abriendo algunos gimnasios y han colocado separadores de acrílico entre las caminadoras para evitar el contacto entre los asistentes. Quien iba a entrenar y de paso a socializar, sentirán su sueño truncado. ¿Nadar en la misma alberca que otros o agarrar unas pesas que están ahí para el uso de todos? No estamos tan seguros…

Conciertos, obras de teatro, cines y actividades masivas

Han de buscar una solución, porque la industria del entretenimiento rinde más frutos que muchas otras. Pero mientras tanto, cantar a todo pulmón (por citar un ejemplo) no será bien visto por los que están en la fila de adelante. Es por eso que muchos artistas están ofreciendo conciertos desde casa, con acceso gratuito.

Total, que la vida está cambiando y esta nueva normalidad nos dará muchas lecciones que hemos de aprender. Estamos seguros que, con el paso del tiempo, nos adaptaremos a lo que ahora nos asombra.

En la nueva normalidad estaremos acompañados por el recuerdo de los que se nos fueron porque la pandemia les ganó la batalla. Sabremos que estar bien es lo más importante y que lo demás, es lo de menos. Es probable que todos empecemos a replantear nuestra lista de temas importantes y seamos un poco más conscientes de lo que realmente importa.

Y tú, qué crees que extrañarás más con la nueva normalidad.

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Sandra Notario Directora editorial de Nupcias. Con la fortuna de tener dos patrias (Cuba y México) me declaro una fiel amante de la sinceridad, la vida, el mar, los seres humanos transparentes y los canes. La magia de las bodas y el amor son mi mayor motivo para crear, cada día, historias inspiradoras.